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Hola Teresa.
Imagino lo mal que lo estás pasando. Sé lo que te ha costado tomar esta decisión. Ya nos lo comentabas en muchas ocasiones.
A tu padre no lo dejas abandonado. Has buscado la solución más adecuada para que su cuidado sea seguro y de calidad,..y a la vez para que pueda tener la posibilidad, en un futuro, espero muy cercano, de conocer a su nieto o nieta.
Pasarás días de angustia,porque no lo tendrás tan cerca como te gustaría,..pero sabrás que está bien,..hablarás con él a diario,..ojalá pudieras conectarte con él a diario y veros( hay un proyecto muy bonito de acercamiento a través de videoconferencias de residentes con sus familiares. No sé si la residencia a la que va tu padre lo tiene) y eso os hará sentir tranquilos a ambos.
Mucho ánimo,..y seguimos aquí para lo que necesites. No estás sola. Piensa que es la mejor solución que has encontrado.
Besos....
Maite
Hola, Teresa. Trabajo como fisioterapeuta en una residencia de ancianos, y veo casos como el tuyo con mucha frecuencia. Es normal que tengas miedo, dudas, incertidumbre... Te comentaré lo que nos contó una hija de un residente hace no mucho tiempo:
"me habéis devuelto la posibilidad de querer a mi padre".
Nos lo dijo una persona que había estado cuidando a su padre hasta el punto de que su propia salud se había deteriorado enormemente. Al ingresar en la residencia nos comentó que, a pesar de que preferiría estar en casa con su padre, el hecho de no tener que realizar el esfuerzo de cuidarlo le había dado la posibilid de disfrutar de su padre, aprovechando el tiempo de las visitas para estar con él, hablar, enseñarle fotos, peinarlo, arreglarle las uñas... y un montón de cosas que no había podido hacer por haber estado entregada a su cuidado.
Espero que todo vaya estupendo para tu padre y para ti también. Un saludo.
Miguel.
Muchas gracias Miguel, yo también tengo la espalda y los brazos muy deteriorados, ahora empiezo con la fisioterapeuta porque tengo un dolor tremendo. Es verdad que ahora la relación con mi padre ha ganado en calidad, hablamos mucho más cuando voy a verle, voy cada día. El está contento y muy bien atendido. Lo que me pasa es que si un día no puedo ir lo paso mal, me siento culpable, no sé si esto es normal.
Gracias por tus palabras ahora necesito estos ánimos muchos. Gracias
Miguel López dijo:
Hola, Teresa. Trabajo como fisioterapeuta en una residencia de ancianos, y veo casos como el tuyo con mucha frecuencia. Es normal que tengas miedo, dudas, incertidumbre... Te comentaré lo que nos contó una hija de un residente hace no mucho tiempo:
"me habéis devuelto la posibilidad de querer a mi padre".
Nos lo dijo una persona que había estado cuidando a su padre hasta el punto de que su propia salud se había deteriorado enormemente. Al ingresar en la residencia nos comentó que, a pesar de que preferiría estar en casa con su padre, el hecho de no tener que realizar el esfuerzo de cuidarlo le había dado la posibilid de disfrutar de su padre, aprovechando el tiempo de las visitas para estar con él, hablar, enseñarle fotos, peinarlo, arreglarle las uñas... y un montón de cosas que no había podido hacer por haber estado entregada a su cuidado.
Espero que todo vaya estupendo para tu padre y para ti también. Un saludo.
Miguel.
Hola otra vez. Teresa, en cuanto a lo de sentirte culpable, no eres la única. Lo veo todos los días: familias que vienen incluso de lejos para ver a su familiar y que se sienten mal cuando no pueden hacerlo, por motivos de su salud personal, trabajo, cuidar de los niños...
Mi consejo, aunque se que es más fácil decirlo que hacerlo: DISFRUTA de las visitas. Aprovecha el tiempo que vas a ver a tu padre, pero también aprovecha cuando no puedas. Me explico: Los días que no puedas ir, por el motivo que sea (cuidar de tu propia salud es algo necesario, no es ningún lujo), tienes que tener presente que tu padre seguirá estando bien atendido. Claro, él preferiría verte, y tu a él también, pero con culpabilidad no vas a mejorar la situación.
Cuando no puedas ir seguro que es por una causa de fuerza mayor. Soluciona el asunto lo mejor posible para que al día siguiente puedas volver a visitar a tu padre y pasar un rato agradable juntos.
Un saludo, y mucho ánimo :D
Hola otra vez. Teresa, en cuanto a lo de sentirte culpable, no eres la única. Lo veo todos los días: familias que vienen incluso de lejos para ver a su familiar y que se sienten mal cuando no pueden hacerlo, por motivos de su salud personal, trabajo, cuidar de los niños...
Mi consejo, aunque se que es más fácil decirlo que hacerlo: DISFRUTA de las visitas. Aprovecha el tiempo que vas a ver a tu padre, pero también aprovecha cuando no puedas. Me explico: Los días que no puedas ir, por el motivo que sea (cuidar de tu propia salud es algo necesario, no es ningún lujo), tienes que tener presente que tu padre seguirá estando bien atendido. Claro, él preferiría verte, y tu a él también, pero con culpabilidad no vas a mejorar la situación.
Cuando no puedas ir seguro que es por una causa de fuerza mayor. Soluciona el asunto lo mejor posible para que al día siguiente puedas volver a visitar a tu padre y pasar un rato agradable juntos.
Un saludo, y mucho ánimo :D
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