Frente a un modelo caduco de desarrollo económico y socio-sanitario, debemos desarrollar un nuevo modelo de desarrollo humano que cree alternativas esperanzadoras de equidad, bienestar social y calidad de vida para todas las edades, a través de la creación de nuevas vías que permitan crear alternativas innovadoras diversificadas de oportunidades sociales con independencia de la edad. Un desarrollo social innovador contribuye a responder a los desafíos de la sostenibilidad del nuevo Estado de Bienestar para todas las edades, a su vez es una potente herramienta cognitivo-donductual que permitirá la resiliencia social que nos permita salir del abismo ambiental y social en la cual se está deshuesando sin "piedad" a todas las edades, camino al 2060 (1).
En el 2030 habrá a escala global 1 billón de personas mayores de 60 años y más. En gasto mundial en salud está alrededor de 7 trillones de dólares en el año 2015 pasara a ser 8,7 trillones en el 2020.
Uno de los grandes problemas que presenta el abordaje de la demencia tipo Alzheimer, es que el sistema socio-sanitario no está preparado para dar una respuesta ágil e integral al tsunami del envejecimiento demográfico de la población, como también a los gastos (directos e indirectos) y el consumo de servicios socio-sanitarios. También debo destacar que la gestión de los cuidados integrales de larga duración tanto a escala local, regional y global no existen. Como también su enfoque y su abordaje es básicamente sanitario, donde los profesionales del sector no tienen formación básica en la gestión en las habilidades emocionales y de comunicación con el puzzle: enfermo-cuidador principal-familia-sistema socio-sanitario (1).
Ninguna sociedad es consciente de las consecuencias de la incidencia y la prevalencia geométrica progresiva que tiene el Alzheimer en nuestra sociedad. Y esto es el nuevo desafío que debemos cambiar los médicos gerontólogos clínicos y sociales en tiempos de vejez.
La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad cerebral crónica compleja, progresiva e irreversible y que por ahora no se cura, que va produciendo un deterioro funcional progresivo silente que compromete la autonomía personal a lo largo de su evolución de la enfermedad. Entre otros procesos, compromete la memoria, el lenguaje, produce cambios en la personalidad, que con frecuencia produce alteraciones conductuales, asociada a la desorientación tanto en tiempo y espacio. Cuyo resultado final es la dependencia total del enfermo/a de terceros. La clave en este contexto y escenario es el diagnóstico precoz, el cual permite modificas hábitos no saludables y con esto disminuir el impacto de los factores de riesgo no modificables (FRnM) y los factores de riesgo modificables (FRM), con el objetivo de modificar la historia natural y las consecuencias de esta enfermedad en tiempos de vejez (1). Una nueva herramienta de intervención denominado algoritmo predictivo para el diagnóstico del Alzheimer es resultado del Proyecto Vallecas (España), con una confiabilidad del 94 % a través del cual se puede identificar variables que permiten diferencias entre los cambios asociados al envejecimiento normal y los que se producen en el envejecimiento patológico, es decir del estado cognitiva "sano" al deterioro cognitivo leve.
Esta herramienta permite intervenciones terapéuticas para que los tratamientos se apliquen de forma precoz y para que sean más efectivos, mucho antes que aparezcan los cambios cognitivos asociados a la enfermedad y la sintomatología clinica producto final del daño neurológico causado por la demencia tipo Alzheimer.
Este algoritmo predictivo nos permitirá identificar a aquellos pacientes que están con alto riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa en tiempos de vejez. Lo cual es posible a través de la gestión del big data socio-demográfico, el opten data biológico y el data set clínico y neurológico del probable enfermo en tiempos de vejez. Nuestro desafío como investigadores médicos clínicos y sociales, es impedir la tragedia humana que produce la perdida de la identidad personal que causa la demencia tipo Alzheimer en tiempos de vejez y pobreza multidominio para todas las edades (2).
Los pacientes con enfermedades mentales graves complejas, como la demencia tipo Alzheimer constituyen un grupo de personas de la población con necesidades sanitarias y sociales complejas. La IV Revolución Industrial exige talento creativo para un escenario cuyo aspecto más visible es la falta de compromiso social en el auto cuidado y un sistema sanitario reactivo, no pro-activo y disfuncional al cambio epidemiológico. Motivo por el cual la gran mayoría de las enfermedades se las diagnostica de forma tardía como la demencia tipo Alzheimer en tiempos de vejez.
Cuyo resultado hace que los cuidados de larga duración y cualquier intervención tengan un alto costo económico, familiar y social para todas las edades. ¿Dónde está la clave? La llave para la resolución de este tipo de complejidad requiere liderazgo de todos nosotros los médicos gerontólogos clínicos y sociales, para diseñar y desarrollar un profundo cambio estructural cultural social con y para todas las edades camino al 2050 (1). Cuyo eje principal es el enfermo, la familia, el cuidador principal y la enfermedad. Donde la gestión de las emociones negativas es uno de los aspectos más importantes a lo largo de la enfermedad. Donde el liderazgo emocional positivo es clave a lo largo de la gestión de esta enfermedad crónica compleja, para lograr bienestar y calidad de vida, tanto para el enfermo, la familia y el cuidador principal..
¿Es la mala calidad educativa el principal factor de riesgo (FR) desde la infancia a la vejez para desarrollar la demencia tipo Alzheimer? ¿Es el modelo educativo de mala calidad en la infancia uno de los principales FR para el desarrollo de la demencia tipo Alzheimer? ¿Cuál es el rol de los educadores como modificadores de este factor de riesgo para evitar el desarrollo de enfermedades neurobiológica degenerativas en tiempos de vejez? ¿Existen investigaciones longitudinales donde la calidad educativa es evaluada como un FR para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativa a en la vejez?
¿Cuál es el rol de la familia y la calidad nutricional en la infancia y a lo largo de la vida como FR para las enfermedades neurodegenerativa a? ¿Son las emociones negativas tóxicas desde la infancia a la vejez un FR para el desarrollo de enfermedades mentales graves complejas, como la demencia tipo Alzheimer?
https://youtu.be/XfeJlnFTX74
(1) Carlos Gil Gálvez, Máster en cuidados especializados para enfermos y familiares de enfermos con Alzheimer, Universidad de Salamanca (USAL), España.
(2) Carlos Gil Galvez, Máster en gerontología médica y social, Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina.
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